Durante este 2023, Latinoamérica se verá enfrentada a una serie de retos y oportunidades en el área económica, en un panorama marcado por la guerra entre Rusia y Ucrania, la inestabilidad política en varios de los países de la región, y los últimos coletazos de la pandemia del Covid-19, que aún generan alerta a nivel global. A esto se le suma la inflación, que seguirá siendo uno de los grandes problemas a enfrentar a corto plazo.
En México, por ejemplo, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) presentó una variación de 0,68% en enero con respecto al mes anterior. Con este resultado, la inflación general anual se colocó en 7,91% en enero de 2023 reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Los productos que anotaron un mayor incremento fueron las mercancías con un 0,91% y los servicios, con un 0,48%.
Por su parte, la crisis política y social que afecta a Perú está generando un impacto negativo en la economía de las personas. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumentó en un 0,46% a nivel nacional durante enero, con lo que la inflación interanual se situó en 8,87% al primer mes del año. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) el mayor alza de precios se vio en el grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas, que aumentó un 1,30% a nivel nacional.
En Chile, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) anotó un aumento mensual de 0,8% y un alza de 12,3% a doce meses. Los productos que experimentaron las mayores alzas fueron uniformes y ropa deportiva escolar (17%), vino (6,3%), pan (2,8%) y cigarrillos (2,6%).
¿El precio lo es todo?
Sin duda, la gran presión que está ejerciendo el alza en el costo de la vida está moldeando el comportamiento de los consumidores. El estudio “Retail Trends 2023” de Aecoc Retail Knowledge es tajante respecto al impacto que tiene la inflación en los hábitos de compra.
Según el informe, el 60% de los consumidores asegura que su prioridad al momento de comprar es adquirir los productos al menor costo posible, lo que ha provocado diferentes cambios de comportamiento en el último año y medio, como cambios de establecimientos y marcas o una caída en el volumen de compra.
Sin embargo, el reporte asegura que hay ciertos factores que pueden ser más resistentes a la sensibilidad al precio. Un 38% de los consumidores está dispuesto a pagar más por productos de alta calidad, un 19% por aquellos artículos saludables y un 15% prioriza la compra de proximidad.
“El precio condiciona actualmente las decisiones de compra y, en este contexto, los consumidores responden ante productos y servicios posicionados en ahorro o en un alto valor añadido. Esta polarización hace que las propuestas que no responden a ninguno de estos atributos corran el riesgo de quedar fuera de juego”, explicó la responsable de desarrollo comercial de AECOC Retail Knowledge, Natalia Marcó.
Al respecto, desde AECOC aconsejan que “el retail de alimentos deberá adoptar una serie de tácticas para atraer o no perder a los compradores en el corto plazo y desarrollar estrategias de creación de espacios más experienciales en el largo plazo”.
Por otro lado, “las oportunidades para llegar a nuevos clientes pasarán por la conveniencia, los mercaurantes (fusión entre supermercado y restaurante) y nuevas soluciones que faciliten la vida al consumidor, como el Quick-Commerce, del que se espera ver una consolidación en el mercado durante el próximo año. Estas innovaciones deberán ir de la mano con la introducción de nuevas tecnologías capaces de agilizar el proceso de compra y elevar la experiencia, y omnicanalidad, entendida como una total integración del on y el off”.
La sustentabilidad se abre paso
Sin embargo, el precio no sería el único factor preponderante a la hora de decidirse por un producto. Tal como señaló el informe de AECOC, los consumidores están optando cada vez más por productos sustentables y amistosos con el planeta. Así concluye también el estudio “El desarrollo sustentable: las marcas y la publicidad en Latinoamérica” elaborado por Teads en conjunto con Kantar.
Según los datos que arrojó la investigación, 9 de cada 10 personas en la región declaran que la sustentabilidad cumple un rol importante en su vida diaria. En esa línea, un 83% de los encuestados procura hacer un uso racional del agua, un 72% controlan el consumo de electricidad, mientras que un 65% separan la basura para reciclar.
En relación al consumo, 4 de cada 5 entrevistados asegura que el uso de materiales reciclados y amigables con el medioambiente son los atributos más relevantes para su decisión de compra. Otros factores que influyen son: que esté libre de crueldad animal, que sea libre de plástico, que provengan de empresas que apoyen causas sociales, que sean orgánicos certificados o productos veganos.
Finalmente, entre las categorías de empresas cuyos mensajes sostenibles son más creíbles para los entrevistados se encuentran las marcas o compañías tecnológicas y los productos de despensa, es decir, aquellos alimentos y bebidas que se compran en el supermercado.