Conseguir el máximo de datos en la mayoría de las industrias, procesarlos, analizarlos y obtener estrategias que permitan los mejores resultados es, sin duda, el camino más acertado en un mercado que cada día es más competitivo y más informado.
Los minoristas del canal moderno ponen sus esfuerzos en dar el mejor servicio a sus clientes y mantener todos los platillos en el aire, cuestión que se ha visto facilitada en la última década con la irrupción de la tecnología y el Big Data.
El mejor precio, la radiografía del cliente y conocer, exactamente, los puntos calientes son algunos de los aspectos que concentran la atención de los proveedores del retail. Pero hay un problema que con frecuencia enfrenta el sector y que puede significar un perjuicio en la inversión y los ingresos: la merma.
En términos generales, se trata de todas aquellas pérdidas que se producen a lo largo de la cadena de distribución y ventas en el mercado de retail. Cuando no hay control adecuado sobre esta merma se afecta la rentabilidad del negocio.
De acuerdo con el 29 Censo Nacional de Mermas y Prevención de Pérdidas en el Mercado Detallista de la ANTAD, levantada en el segundo semestre del 2019, el valor de la merma en México en 2015 fue de 1.99 por ciento, lo que se tradujo en 24,087 millones de pesos.
A nivel latinoamericano este problema se debe, principalmente, a robos cometidos por el personal de tiendas minoristas, generando pérdidas de hasta 2,513 millones de dólares. Pero eso no es todo, también se producen mermas por errores administrativos, el fraude en alguna parte de la cadena, el deterioro de la mercancía, la obsolescencia o caducidad de los productos y los errores de caja provocan pérdidas al sector retail calculadas en 100 mil millones de dólares (mmd) al año, señala el Índice de Sensormatic sobre la pérdida global.
La obsolescencia
Según las estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), un tercio de todos los alimentos producidos en el mundo se pierde o se desperdicia antes de que la gente los consuma. Esto equivale además a una pérdida de 750 mil millones de dólares al año.
“Nuestra región pierde o desperdicia el 34% de sus alimentos, lo que representa una insostenibilidad del sistema alimentario actual. Hacemos un llamado a los gobiernos, parlamentos, empresarios, academia y sociedad civil a trabajar juntos en estrategias que logren revertir este escenario”, señala João Intini, Oficial de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) encargado de sistemas alimentarios.
Y sólo como un dato anecdótico, según el nuevo informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), se estima que entre el 8% y el 10% de los gases de efecto invernadero producidos por el sistema alimentario a nivel mundial se vinculan directamente a las pérdidas y desperdicios de alimentos.
Los errores
“No importa si es por una demanda más baja de lo esperado, porque no cumple con la normativa o sencillamente porque ha caducado. Cuando hablamos de merma no nos referimos solo a una barra de pan a la que le ha salido moho o a un yogurt estropeado. Es algo que cuesta millones”, señala Adam Leyland, editor de la revista inglesa The Grocer.
Las fallas que llevan a la pérdida o caducidad de un producto se cometen en las distintas etapas de la cadena y los minoristas están utilizando Inteligencia Artificial para poner freno a ellas.
Algunos de los errores más comunes que se cometen en México tienen que ver con una logística de traslado inadecuada. Desde un calibre incorrecto de la temperatura del camión, hasta falta de higiene o sanidad en la unidad que transporta los productos, son elementos que comprometen la calidad y caducidad de la mercancía.
Otro tipo de falla tiene que ver con el artículo que se desecha por no cumplir normas de calidad o imagen, ya sea porque éste no presenta los requerimientos de su naturaleza y seguridad alimentaria, o que el envoltorio luzca abollado, abierto, o que no tenga las características adecuadas para garantizar la vigencia del producto.
Otro problema común es que los proveedores del Canal Moderno no realicen una estimación correcta de lo que se necesita en los distintos puntos de venta en función de la demanda. Esto puede llevar a entregar más mercancía de la requerida, la cual, si no cuenta con la rotación indicada, no permitirá la venta de nuevos productos hacia la cadena.
Por otro lado, el almacenamiento inadecuado en bodega podría implicar que no se cuente con las condiciones precisas para mantener en buen estado los productos. Esto es también un factor determinante para generar merma.
Por último hay que tener en cuenta que la vida útil de los productos frescos es muy limitada. Por ello, almacenarlos en ubicaciones erróneas puede suponer pérdida de ventas por falta de disponibilidad, así como generación pérdida por caducidad a consecuencia de un exceso de stock.
Hay marcas que mantienen monitoreados sus artículos y ante la amenaza de vencimiento de estos, reaccionan con promociones 2×1 o 3×2 y así favorecen su rotación.
Las recomendaciones
En el escenario descrito la aplicación de la analítica predictiva de la mano de una plataforma de business intelligence se hace imprescindible. Esto, ante la necesidad de anticipar el devenir ofreciendo un conocimiento exhaustivo de los posibles escenarios futuros para apoyar la toma de decisiones y reducir a la mínima expresión los riesgos que conlleva la merma de los productos.
Eso sí, la analítica predictiva no es ningún recurso mágico, requiere el uso de plataformas que permitan extraer toda la información y el conocimiento contenidos en datos objetivos y exprimir al máximo sus potencialidades, no sólo para anticipar nuevos escenarios, también para oportunidades de negocio.
Para evitar la caducidad y sus nefastos efectos económicos, Knowledge publica algunas recomendaciones a los proveedores y las cadenas:
1- Mantener una comunicación fluida entre proveedores y cadena. En este sentido, contar con una plataforma que entregue datos precisos de venta y stock en tiempo real, facilita una negociación basada en datos 100% fidedignos, que permitan comprender el comportamiento de un producto o categoría, lo que finalmente encontrará condiciones favorables para ambas partes.
2- Sistema de planificación: Es importante que el nivel de stock sea el adecuado y para determinar el nivel perfecto es imprescindible medir el coste potencial de las ventas, el costo de la merma y el nivel de servicio objetivo. Los datos permiten crear aproximaciones o estimaciones certeras del nivel de stock que se requiere según el comportamiento de determinado producto en determinados locales y el surtido que se requiere.
3- Coordinación con el trabajo en terreno en tiempo real. Disponer los productos en una forma poco adecuada en las góndolas o almacenarlos en forma errónea puede producir pérdidas. El análisis del surtido para identificar los productos de alta y baja rotación, permitirá asignarlos de forma estratégica en la cadena y organizar el trabajo de los equipos de terreno, quienes son los que están en contacto directo con las estanterías y pueden reaccionar a tiempo. Para ello es fundamental contar con un canal fluido de interacción, una plataforma que visibilice la realidad de los productos en todos los locales y en todo momento.