Las frutas y verduras son productos de difícil distribución. Al ser alimentos fácilmente perecederos, que maduran en función del ambiente, del clima e incluso del trato que se les dé, la distribución debe ser cuidadosa y meticulosa para no generar pérdidas. Hoy en grupo BIT le contamos un poco acerca de las falencias y de las oportunidades de mejora en la distribución de frutas y verduras en Colombia, más aún en un panorama de crisis que obligó a productores y distribuidores a reajustarse en función de las reglamentaciones de cada gobierno y de nuevos hábitos de consumo.
Algo se está haciendo mal, el desperdicio es monumental
El desperdicio de frutas y verduras es un problema global. En los países desarrollados se dejan de aprovechar casi 670 millones de toneladas de alimentos anualmente y en los países en vía de desarrollo, como Colombia, la situación es muy parecida. La diferencia radica en que en los primeros el desperdicio ocurre en la etapa del consumo final, pero en países como Colombia la mayor pérdida se da en las primeras etapas de producción y de distribución.
En el último estudio realizado por el DNP (Departamento Nacional de Planeación) llamado ‘Pérdida y desperdicio de alimentos en Colombia’, se reveló que de 10.434.327 toneladas de frutas y verduras, se perdían y se desperdiciaban alrededor del 58% de la producción, de las cuales el 49% son raíces y tubérculos (2,4 millones de toneladas).
Este asunto cobró aún más relevancia cuando para el mes de marzo de 2020 se estableció el aislamiento preventivo en la mayoría de los países de Latinoamérica por el COVID-19. Los supermercados pasaron a ser el único lugar al que la gente recurría y la distribución impecable de frutas y verduras se convirtió en un asunto de primera necesidad, tanto para las personas de a pie, como para la economía de las naciones
¿Qué soluciones existen para disminuir este desperdicio y qué soluciones implementaron productores y distribuidores para responder a esta crisis?
Las causas de estas pérdidas y desperdicios tan alarmantes se encuentran principalmente en las características de los aditivos, empaques, embalajes y materiales en contacto con alimentos, así como los estándares de las grandes superficies y la negligencia de los consumidores. Estas pérdidas desencadenan en más costos, precios más altos para el consumidor y precios más bajos al productor, reduciendo la rentabilidad de su actividad.
Sin embargo, la crisis generada por el COVID-19 obligó a productores y distribuidores a ser creativos y a poner en marcha estrategias para llegar más rápido, más directo y más oportuno tanto a supermercados como a consumidores
Instituciones como la Fruticultura colombiana y Corabastos han puesto en marcha algunas estrategias:
– La Apuesta Exportadora Frutícola: es un proceso de concertación entre el Ministerio de Agricultura, el Departamento de Planeación Nacional, las secretarías de agricultura y el gremio del sector. Sobre esta estrategia se construyeron acuerdos de competitividad.
– Canastillas plásticas rígidas en Corabastos: Corabastos ha reducido la tasa de pérdida y desperdicio de frutas y vegetales desde que impuso el ingreso de éstas en canastillas plásticas rígidas. Aunque la estrategia tuvo éxito en principio, el comercio generó malas prácticas de manufactura y en sistemas de gestión de calidad e inocuidad, desvirtuándose los procesos de post cosecha, trasladando daños al resto de la cadena.
Según Fedefruver (Federación de agro cadenas de frutas y verduras en Colombia) la solución debe ser trasversal e inherente a las cadenas de frutas y verduras. Esto involucra la reglamentación en asuntos como:
- Implementación de medidas al productor y comercializador con el fin de mejorar técnicas de cultivo que mejoren la sanidad agrícola, mediante la adopción de Buenas Prácticas Agrícolas, Manejo Integrado de Plagas (MIP) y Manejo Integrado de Cultivos (MIC)
- La forma de cargar, trasportar y descargar frutas y verduras, evitando el apilamiento y cualquier práctica que dañe los alimentos.
- El uso de agro empaques en cartón, madera y plástico flexible; cuidando características como diseño, contenidos netos, alistamiento, consolidación, inocuidad, fitosanidad, etc.
- Instalaciones de alistamiento o Packing House considerando centros de atmósferas controladas, cadenas de refrigeración considerando los sistemas frigoríficos por evaporación, los cuales permiten la conservación de frutas y hortalizas entre 30 y 90 días.
Durante la crisis generada por el COVID-19, una de las principales herramientas que utilizaron los productores de frutas y verduras para mejorar su distribución fue, primero, contar con transporte para facilitar el envío de sus productos y, segundo, utilizar nuevos métodos de comunicación como WhatsApp para formar una red para ayudarse y abastecerse, en donde se realizan pedidos a través de este medio, con una logística que poco a poco se pule.
Recuerde que las frutas y verduras son productos perecederos no tan resistentes, que necesitan procedimientos adecuados en la cosecha, alistamiento, transporte y comercialización. En Grupo BIT contamos con soluciones de inteligencia de negocios para que las empresas de consumo masivo puedan gestionar de mejor manera sus canales de distribución en el canal tradicional y garantizar que los productos llegan a donde necesitan, en el momento justo y en las mejores condiciones. Conozca esta solución aquí.