La crisis económica que dejó el covid-19, la inflación mundial y un histórico aumento de precios de la canasta básica en Colombia son claves para determinar el comportamiento de compra del consumidor hoy.
Desde finales del 2021, un año marcado por la pandemia y la reactivación lenta de la economía, las empresas y el consumo masivo, se empezó a identificar las transformaciones en los hábitos de compra de las personas.
El 54% de los colombianos aseguran que sus hábitos de consumo cambiaron para siempre, según la más reciente encuesta de Boston Consulting Group (BCG) en América Latina.
Estos cambios tienen que ver, sobre todo, con la preferencia por los comercios digitales para hacer sus compras; y con la prioridad que se le da al bienestar y a la salud a la hora de consumir.
Sin embargo, para este año, hay un nuevo ingrediente que tomó a muchos por sorpresa y que está determinando el comportamiento de compra de los consumidores: La inflación y un histórico aumento de precios de los productos de consumo del hogar.
En este artículo te contamos cómo está el panorama actual del país y de qué manera está influyendo en el consumo masivo de los colombianos.
Inflación: el factor determinante para el consumidor
Al cierre de marzo del 2022, el Banco de la República de Colombia publicó un análisis sobre el comportamiento de las inflaciones básicas, momento en el que la inflación anual sigue presentando índices históricos:
El reporte del Banrep muestra también que la inflación de los alimentos es la que está representando el mayor incremento, situándose en marzo en el 25,37%, el valor más alto registrado por esta entidad.
El Dane, por su parte, confirmó que varios de los productos más consumidos dentro del hogar son los que presentan el mayor aumento de precios:
Este fenómeno del alza de precios, no ha sido ajeno a uno de los canales preferidos por los colombianos, está generando que los establecimientos del Canal Tradicional (tiendas, minimercados, mayoristas, entre otros) aumenten el valor de sus compras pero que el volumen de las mismas disminuya.
Y esto es un reflejo de lo que está pasando con el consumidor final, quien a pesar de estar gastando más dinero en sus compras, realmente está comprando menos y de manera fraccionada, priorizando los productos de primera necesidad.
Lo anterior fue una de las conclusiones que compartió nuestro equipo de expertos de TSOL Market Insights, el observatorio de información del Canal Tradicional más grande de Colombia, en un reciente webinar que puedes revivir aquí.
Veamos con más detalle cuáles son los efectos en el consumidor.
El consumidor actual: gasta más pero consume menos
En la actualidad, el aumento de precios está reduciendo la capacidad de compra de los consumidores, sobre todo en los estratos medios y bajos que suelen comprar en las tiendas de barrio, minoristas y los hard discounters.
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Así lo reveló el último informe de Raddar, el sistema de información que muestra el comportamiento del gasto en la canasta familiar de los hogares colombianos en 13 ciudades del país:
Fuente: Consumer Report Febrero 2022, Raddar
Según este informe de Raddar, que se presenta desde el 2009, la cifra de personas que sienten que compró menos que el mes pasado fue del 67,29%, un índice que nunca se había presentado en sus encuestas.
Pese a esto, el gasto real de los hogares aumentó en un 4% respecto al mismo mes del año anterior.
Este fenómeno del consumidor impacta en el comportamiento del Canal Tradicional, donde se evidencia el mismo comportamiento.
Según datos de TMI, aunque las compras en valor de los establecimientos aumentaron en un 7,8 % durante el 2021, el volumen de compra no creció. Incluso en categorías como detergentes y pañales, disminuyó.
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El consumidor actual está en búsqueda de promociones
En la actualidad cobra más importancia que nunca las promociones que les permitan a los consumidores adquirir un poco más por el mismo precio o adquirir lo mismo por un precio más bajo.
Esto también lo evidenció el informe de Raddar de enero del 2022 en el que muestra que la compra de promociones en el inicio del 2022 se equipara a las cifras de finales de 2020 e inicios del 2021.
Cabe resaltar que en esos momentos la crisis económica por el covid-19 tenía mucho más resentidas las tasas de desempleo que ahora, y el poder adquisitivo era menor.
Esto refleja que, nuevamente, los consumidores están viendo comprometida su capacidad de compra y están buscando cómo ajustarse a través de las ofertas.
El consumidor actual compra por necesidad
Hay un factor determinante para que el consumidor colombiano de ahora priorice las compras de los productos y servicios de primera necesidad y evite el resto de inversiones: la confianza.
El informe del Centro de Investigación Económica y Social Fedesarrollo, mostró que el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) para enero del 2022 fue el 13,5 %, seis puntos por debajo del reportado en diciembre.
Así mismo, la Dirección de Estudios Económicos del Grupo Bolívar informó que para marzo, el 29,3% de los colombianos aseguran que la situación económica es mala o muy mala, un aumento de dos puntos porcentuales respecto a febrero.
Esto explica que, tanto en estratos bajos como en medios y altos, el mayor porcentaje de las compras realizadas en el 2022 corresponda a los gastos de necesidades básicas: los alimentos para el hogar, seguido de los gastos de vivienda, bienestar, transporte y comunicaciones.
Evidenciándose, además, una disminución de las compras en moda, entretenimiento y tecnología.
El Canal Tradicional se mantiene estable pero puede comenzar a afectarse
Según un reciente informe de TSOL Market Insights (TMI), las compras de los establecimientos del Canal Tradicional, como las tiendas y minimercados de barrio, crecieron para el mes de febrero.
Esto mantiene la tendencia de finales en el 2021, en la que se evidencia un mayor valor de compras pero un decrecimiento en volúmenes por el alza de precios.
Según los expertos de TMI, estas cifras de crecimiento en medio de momentos difíciles para el consumidor final, reflejan la prioridad que se le está dando a los productos de consumo masivo frente a otros productos.
Sin embargo, una de las conclusiones que dejó el informe de Raddar antes mencionado es que, frente al 2020, este año se observó una mayor preferencia de los estratos bajos y medios por los almacenes de cadena y supermercados.
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¿La razón? Más posibilidades de obtener beneficios al comprar por cantidad, obtener promociones y cubrir sus compras a través de tarjetas de crédito; a comparación de las tiendas de barrio.
Durante la crisis por el alza de precios que atraviesa el país, uno de los grandes retos del Canal Tradicional es crear estrategias comerciales efectivas que les ofrezcan más alternativas al consumidor final para no perder clientes y ventas en el camino.
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