Respuesta supermercados a pandemia

En medio de la preocupación de las autoridades para enfrentar la pandemia del COVID-19, los supermercados a nivel mundial adoptan medidas para enfrentar esta contingencia de la mejor manera.
gondola vacia

La pandemia del coronavirus es una de las mayores crisis que ha experimentado la humanidad en el último siglo, ya que además de ser un problema de salud pública, también ha provocado la paralización de gran parte de la actividad económica a nivel mundial, poniendo a prueba a todo el engranaje de la sociedad.

 

La industria de los supermercados es una de las que acusa con mayor fuerza el impacto. En estos momentos, donde la mayoría de los consumidores a nivel global están confinados en sus hogares para minimizar las posibilidades de contagio con COVID-19, el rol de estos establecimientos ha sido vital para garantizar el abastecimiento de la población, con miras a cumplir de mejor manera la cuarentena.

 

De acuerdo a un reporte de Citi, “en Italia (uno de los países más afectados por el COVID-19) los primeros datos que hay de las semanas del 23 de febrero, 1 y 8 de marzo es que las ventas en estos establecimientos crecieron un 8%, 12% y 11%, con un notable aumento de los pedidos online del 57%, 81% y 82%, respectivamente”.

 

En ese sentido, la industria ha tenido que redoblar sus esfuerzos para mantener las góndolas llenas, frente a la alza sostenida de la demanda de productos de primera necesidad, como alimentos no perecibles e implementos de aseo e higiene personal. Esta preocupante situación se ha replicado en gran parte de los países asolados por la enfermedad. Desde Australia a España, pasando por Estados Unidos, Singapur, Alemania, Japón, Reino Unido, Vietnam, Países Bajos, e Italia, entre otros.

 

Es que a pesar de las diferencias culturales, la respuesta de los consumidores ha sido la misma frente a la pandemia: acumular productos en sus hogares, debido al temor de una posible escasez. Esta situación provocó que las principales cadenas hayan adoptado medidas como poner límites en la cantidad de productos que se puede llevar cada persona, e incluso, aumentar la custodia sobre insumos de alta demanda.

 

Por lo mismo, el llamado que están realizando los CEO’s de supermercados a nivel mundial, es que sus clientes tengan un consumo responsable y que confíen en la logística de distribución de las cadenas.

 

“Hago un llamado a la solidaridad y pedir a nuestros clientes que actúen en consciencia al momento de realizar las compras (…) hemos pasado momentos difíciles, pero logramos reabrir 50 locales en los últimos meses. Estamos más fuertes y unidos que nunca”, dijo Gonzalo Gebara, CEO de Walmart Chile, en relación a la gran cantidad de público que tuvo la cadena en los últimos días, y que ha provocado el quiebre de insumos como cloro gel o papel higiénico.

Supermercados chilenos pasaron de la crisis social al estado de catástrofe

Esta semana, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, decretó el estado de catástrofe en todo el país por 90 días, para intentar frenar el avance del coronavirus, que ya suma 342 contagiados, de acuerdo al último reporte del Ministerio de Salud. De forma paralela, el Gobierno decretó el cierre de centros comerciales, con excepción de supermercados, farmacias, centros de salud, bancos y tiendas de productos para la construcción.

 

Sin embargo, debido a que las autoridades han recomendado solo salir de casa en caso de estricta necesidad, las grandes compañías de supermercados en Chile (Walmart, SMU, Falabella y Cencosud) han reforzado la frecuencia de reposición de mercadería, así como las medidas de higiene para prevenir el contacto de sus clientes y trabajadores, además de prepararse para un mayor flujo de compras a través de internet.

 

De hecho, el gerente general de Falabella, Gastón Bottazzini declaró en un reportaje del Diario Financiero: “Nuestra empresa ha estado trabajando en los años recientes en todas sus unidades de negocios y países de operación” para la transición del canal moderno al e-commerce.

 

La industria supermercadista chilena ha estado en constante tensión desde el 18 de octubre, día en que comenzó el estallido social, que causó daños en un tercio de las salas de venta a lo largo del país.

En Perú se adaptan a la inmovilización social obligatoria

El pasado miércoles, el presidente de Perú, Martín Vizcarra, decretó la “inmovilización social obligatoria”, que rige desde las 20:00 hasta las 05:00 horas, iniciativa que forma parte del estado de emergencia nacional que se decretó a causa del coronavirus, que suma ya 234 contagiados y a su primera víctima fatal.

 

Frente a esta restricción, las cadenas de supermercados peruanas han adaptado sus horarios con el fin de no poner en peligro a la ciudadanía, además de limitar la cantidad de personas que pueden ingresar a los locales para resguardar la salud y seguridad de sus trabajadores y clientes. En esa línea, supermercados como Tottus anunciaron que reforzarían sus canales online.

 

De igual manera, hicieron un llamado a los consumidores peruanos a realizar compras de forma responsable, para evitar aglomeraciones y quiebre de stock en los puntos de venta.

México aún recuerda la crisis por la influenza H1N1

El primer caso de coronavirus se reportó a fines de febrero, pero a diferencia de otros países de la región, donde la pandemia ha tenido un crecimiento explosivo, en México se han reportado 118 contagios, mientras se tienen sospechas de otros 314 casos. No obstante, esta semana la enfermedad cobró su primera víctima.

 

Pese a esto, el país aún se mantiene en la Fase 1 de la enfermedad, y han sido las propias empresas de comercio minorista las que han tomado medidas para resguardar la seguridad de la ciudadanía, como limitar los horarios de funcionamiento, extremar las medidas de higiene y estimular la compra a través del e-commerce.

 

A diferencia de otros países, las proyecciones de los expertos son positivas respecto al impacto de esta pandemia en los supermercados, ya que podría darse un fenómeno similar al que vivió Mexico en el 2009, con la epidemia de H1N1. En ese período, las ventas de las cadenas minoristas, como Walmart, Soriana y Comercial Mexicana, no resintieron el impacto del confinamiento, gracias a las llamadas “compras de pánico” causadas por la alerta epidemiológica.

 

De acuerdo a los datos de la Asociación de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (Antad), las ventas totales de los supermercados alcanzaron los 71 mil 100 millones de pesos (casi 3 mil millones de dólares) en mayo de 2009 y un crecimiento anual de 18,5%.

 

El diagnóstico optimista se basa además en el fortalecimiento que ha tenido el canal online durante la última década, que podría influir en un mayor volumen de ventas en caso de que el Gobierno imponga el confinamiento a la ciudadanía.

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