Creciente austeridad en Perú frena entusiasmo por Fiestas Patrias

Desconfianza y pesimismo sobre el futuro predominan en los consumidores, pese a que los indicadores económicos del primer semestre fueron positivos.
Creciente austeridad en Perú frena entusiasmo por Fiestas Patrias

Tras el cierre del primer semestre de este año, algunos sectores ven con mayor tranquilidad el futuro, debido a las cifras que dejó la primera mitad del 2022, que evidencian el crecimiento de algunos sectores económicos respecto al año anterior. Así lo señaló el último informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática, que registró un aumento de un 3,79% en la producción nacional.

De acuerdo al organismo, el desarrollo del Comercio, Hotelería y Restaurantes, Manufactura, Transporte y Telecomunicaciones, entre otros, habría impulsado el repunte de la economía a nivel nacional, despertando el optimismo sobre lo que ocurrirá en los próximos seis meses.

Por ejemplo, en marzo pasado el sector Comercio tuvo un crecimiento de un 8,09% en relación al mismo mes del 2021, gracias al sostenido aumento de la industria mayorista, minorista y automotriz. Estas cifras generan gran expectación en las empresas del área respecto a lo que podría ocurrir en las siguientes semanas, cuando se desarrollen las campañas de Fiestas Patrias.

 

Consumidores desconfiados y pesimistas

Sin embargo, las proyecciones optimistas del área contrastan fuertemente con la percepción de las propias familias de Lima Metropolitana, cuyos ánimos de consumo alcanzaron su nivel más bajo durante este mes, según el Índice de Confianza del Consumidor (Indicca), elaborado por Apoyo Consultoría e Ipsos.

En junio, el indicador de confianza se ubicó en 32 puntos, el peor desde 2004 y que incluso está por debajo de los niveles observados en el 2020, cuando comenzó la pandemia, y del 2008, año de la gran crisis financiera mundial. A eso se le suma que un 54% de los encuestados señaló que esperaba que su situación económica empeorara en un futuro.

El reporte apunta a la precarización del empleo, el aumento en el costo de la vida que en mayo alcanzó el 8,09% anual y la falta de respuestas efectivas por parte del Gobierno como razones para el deterioro en la confianza de los consumidores.

Por su parte, Andrea Sotelo, analista del Servicio de Asesoría Empresarial (SAE) de Apoyo Consultoría, lamentó que estas cifras, haciendo hincapié en lo crítico de los indicadores del mercado laboral.

“El crecimiento del empleo en Lima continúa siendo impulsado por las contrataciones en puestos de trabajo mayormente informales, de baja productividad y de bajos salarios. De hecho, el empleo formal en Lima Metropolitana todavía se encuentra 1% por debajo de su nivel prepandemia”, señaló en entrevista a El Comercio.

En este contexto de aumento en los precios de la canasta básica y empleo mayoritariamente informal, ha provocado que las personas disminuyan, prioricen y hasta pospongan ciertos gastos mensuales. Un sondeo de abril, que también realizado por Ipsos y Apoyo Consultoría, reveló que un 37% de la población urbana de Lima estaba comprando una menor cantidad de productos, mientras que un 20% estaba privilegiando marcas y productos más baratos.

 

Peruanos están comiendo menos

Como si lo anterior no fuera preocupante, un estudio de CPI Research reveló que 1 millón 161 mil peruanos están reduciendo sus raciones de alimentos debido a que sus ingresos no alcanzan para cubrir la canasta básica familiar, debido al alza de precios y la inflación, que en mayo llegó a un 8,78% de acuerdo al INEI. Esta cifra salió a la luz tras un estudio realizado por la consultora, que indagó en las medidas que adoptan las familias del país para enfrentar la crisis.

En el informe se revela que casi 6 millones y medio de consumidores nacionales se olvidaron de las compras no prioritarias, buscando acomodar su presupuesto para poder comprar aquellos alimentos que consideran de primera necesidad. Las mujeres son las que lideran este comportamiento de consumo, con un 51,3%.

Pero además, la investigación dio a conocer que casi 2 millones de personas han tenido que buscar un segundo trabajo con el objetivo de aumentar sus ingresos, debido a que su salario habitual no le alcanzaba para adquirir los productos de la canasta básica.

Del total de hombres encuestados, 1 millón 134 mil declaró que en sus últimas idas al supermercado se han preocupado de echar productos más económicos en el carrito, mientras que en el caso de las mujeres sondeadas, alrededor de 2 millones 200 mil dijeron que últimamente solo compraban alimentos de primera necesidad.

Respecto a los lugares escogidos para hacer sus compras, alrededor de 700 mil mujeres acuden a los mercados mayoristas para ahorrar dinero comprando en cantidad, mientras que más de 350 mil confesaron haber disminuido las compras de pollo y carne, debido a su alto costo.

 

Los desafíos de estas Fiestas Patrias

Como se mencionó en un principio, aunque las cifras de crecimiento fueron positivas durante este primer semestre, lo cierto es que las marcas no pueden perder de vista a los consumidores, quienes están evidenciando una menor voluntad de consumo, a pesar de medidas que promovían la circulación de dinero, como el retiro del CTS y de las AFP.

En ese sentido, y con la campaña de Fiestas Patrias cada vez más cerca, resulta fundamental que tanto proveedores como cadenas establezcan estrategias de promoción y venta que les ayuden a generar demanda por parte de los consumidores, lo que además ayudaría en la generación de empleos, cuya falta se ha convertido en uno de los pilares de la incertidumbre de los compradores del país.

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