Uno de los sectores económicos más importantes a nivel mundial y cuyo rumbo es determinante es el de la industria farmacéutica. Esto fue más evidente que nunca durante la reciente pandemia, donde se adaptó con gran rapidez a los hechos y respondió de buena manera a la presión, desarrollando vacunas en tiempo récord y sin descuidar los aspectos logísticos propios del sector.
Por este motivo, resulta interesante indagar lo que trae el futuro para esta industria. En primer lugar, porque tras el retorno a la normalidad, surgen nuevas preocupaciones y urgencias que deben ser resueltas; a lo que se le suma la integración de nuevas tecnologías en los últimos años, que podrían marcar un punto de inflexión en el desarrollo de las farmacéuticas a nivel global, y América Latina no estará ajena a estas tendencias.
Pero antes de entrar en proyecciones, conviene revisar cómo se desenvuelve el escenario actual en la región. De acuerdo a la investigación “Pharmaceuticals in Latin America and the Caribbean players, access, and innovation across diverse models” consignada por Generics and Biosimilars Initiative, los principales actores pertenecen a grandes multinacionales de Europa y Estados Unidos. Sin embargo, en los últimos años, nuevas compañías provenientes de Asia (China, Corea del Sur e India) y el desarrollo de empresas locales, han ido ganando cuota en el mercado, como se puede ver en la siguiente gráfica:
Por otro lado, el informe señala que además del origen, también existen diferencias en los productos que generan y venden. En el caso de las multinacionales, su foco está en la comercialización de originales y genéricos de marca desarrollados por sus casas matrices. En cambio, las empresas locales se centran en la importación y utilización de ingredientes farmacéuticos activos (API) para la creación de medicamentos genéricos, que suelen ser más baratos. Además se están enfocando en la producción de biosimilares.
El futuro en América Latina
El retorno a la normalidad está lejos de ser un final feliz. La crisis económica desencadenada por la pandemia es una de las mayores preocupaciones para todas las industrias en el mundo. En el caso de las farmacéuticas, la incertidumbre surge porque durante la cuarentena se suspendieron estudios e investigaciones que permitían el desarrollo de nuevas soluciones médicas; a lo que se le suma que la recesión podría provocar que gobiernos y personas tengan menos dinero para gastar en medicamentos.
¿En qué afecta este escenario al sector farmacéutico de América Latina? De acuerdo al informe Latin America Market Review & Projections de la consultora IQVIA recopilado por Pharmabiz, entre el 2022 y el 2026, se espera que la actividad crezca a una tasa anual compuesta del 15,2%.
El mayor responsable de ese crecimiento sería el sector institucional, que de acuerdo a las proyecciones de IQVIA, tendría un mejor desempeño que el retail. En la región, este canal avanzaría un 18,3% el próximo año, con un crecimiento compuesto del 16,5% en el quinquenio 2022-2026. Además, estima mejoras de un 15,6% para el 2023 y de un 14,5% para el periodo 2022-2026 en farmacias.
Respecto a cifras por país, los expertos señalaron que los países que tendrían mayores crecimientos en la tasa anual compuesta del 2022 al 2026 serían Argentina (34,6%), Colombia (9,5%), Brasil (9,5%), México (8,1%), Chile (6%), Perú (5,1%) y Ecuador (4,2%).
El análisis cerró con el ranking de ventas durante el 2021 de los laboratorios que trabajan en América Latina, desglosados por venta retail, venta institucional y la suma de ambos canales, como se puede ver en el siguiente gráfico:
Una región en pleno crecimiento
Al contrario de lo que pudiera esperarse, el futuro para el sector farmacéutico en América Latina podría ser menos problemático que para otras regiones e incluso, podría esperarse un mayor crecimiento del proyectado. Esto podría deberse a que nuestra región es considerada como una zona de desarrollo económico emergente, a lo que se suma que, tras la pandemia, la cultura latina ha ido poniendo un mayor énfasis en la preocupación por la salud.
Así lo señaló Alexandro Arias, socio líder de la industria de Ciencias de la Vida y Cuidado de la Salud de Deloitte Spanish Latin America: “se espera que el consumo en servicios de salud se incremente, impulsado por el crecimiento de la cultura de la prevención, de las soluciones tecnologías para conectarnos de manera remota y de la adaptación de los centros de salud, acercando sus productos y servicios a personas de todos los niveles económicos”.
El experto aseguró que el foco en las personas será vital para enfrentar de mejor manera los desafíos que trae el próximo quinquenio para el sector de la salud. “En Latinoamérica, la sociedad se ha transformado, paulatinamente, en los últimos meses, y ahora no reacciona, sino que previene malestares físicos y mentales. Por ello, será de suma importancia que los participantes del sector salud de la región, incluidas las empresas, analicen estos nuevos hábitos, a fin de brindar las mejores soluciones a los nuevos retos que aparecen por delante”.
Tecnología: un aliado clave
En la actualidad, resulta abrumadora la cantidad de información disponible sobre las enfermedades y los pacientes, considerando además que se van actualizando constantemente gracias a la digitalización de la industria. Por lo mismo, las empresas han tenido que acelerar la implementación de nuevas herramientas tecnológicas para no quedarse atrás.
Según la última encuesta de GlobalData “El estado de la industria biofarmacéutica – 2023“, la Inteligencia Artificial (IA) y Big Data serán las dos tecnologías de mayor impacto dentro de la industria farmacéutica durante este 2023. La investigación reveló que el 39% de los profesionales del área creían que la IA sería la innovación emergente que traería el mayor impacto para el sector, seguida por el Big Data, con un 27% de la selección.
“El desarrollo de fármacos y otros procesos son complejos y altamente estructurados en la industria farmacéutica. Los procesos generan una gran cantidad de datos, especialmente en la era digital actual; sin embargo, estos datos pueden ser inútiles o sin sentido si no se analizan adecuadamente. La IA no solo puede ayudar a procesar los datos de manera más eficiente, ahorrando tiempo y costos de mano de obra; también puede producir análisis con mayor precisión, ya que se alimenta de datos de alta calidad”, aseguró Elton Kwok, Market Research Manager en Pharma en GlobalData.
Y agregó, “la IA y los Big Data pueden tardar un tiempo en mostrar su verdadero poder, pero se espera que las dos tecnologías juntas desempeñen un papel importante en la industria, en términos de optimización de toda la cadena de valor farmacéutica, desde el diseño de medicamentos hasta el alcance del usuario final”.
